Primero de Diciembre y la Izquierda Cómplice.

Primero de Diciembre y la Izquierda Cómplice.
Por:
José Manuel Marmolejo Delgado.




     El día de hoy marca la nueva pauta histórica en México de la eterna lucha del pueblo en contra del sistema capitalista, que atraviesa tal vez por su última etapa: el neoliberalismo salvaje. Los acontecimientos de hoy, en los que la sociedad mexicana, principalmente sus jóvenes, protestaron con gran conciencia y valentía en contra no sólo de la imposición arbitraria, ilegal y antidemocrática de Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República, sino también, prioritariamente, en contra del sistema capitalista, del cual Peña y su grupo representa la estructura más corrupta, salvaje, represora, ignorante, atrasada y sanguinaria.

     Qué lamentable que algunos grupos e individuos de la izquierda, se dedicaran a pre juzgar y a condenar de inmediato a esos jóvenes conscientes y valientes que hoy expusieron su vida en este eslabón de la eterna lucha popular, cuando que estos jóvenes deben ser considerados por todos los mexicanos como sus héroes modernos, sus héroes vivos, sus héroes actuales.

     Independientemente de la presencia o no de provocadores priístas en las valiosísimas protestas de este día 1 de diciembre de 2012 -día histórico para la Revolución Mexicana, que no ha finalizado- todas las manifestaciones de repudio al sistema y al criminal y corrupto Enrique Peña Nieto, deben ser valorados como elementos fundamentales, que habrán de influir determinantemente en la transformación revolucionaria de la Nación Mexicana. Todas esas acciones de protesta merecen nuestro aplauso: las consignas, las bombas molotov, el derribo de barreras, los ataques a los bancos y comercios de la burguesía explotadora, el lanzamiento de objetos en contra de la policía represora del pueblo. Lo que México requiere para su real transformación son acciones radicales y objetivos profundos, drásticos, no como los procesos electorales burgueses, que sólo han servido para legitimar en el poder a los asesinos , a los narcos, a los representantes gerenciales de las empresas trasnacionales y nacionales como Televisa y los trust de grupos como el de Carlos Slim.

     Lo más lamentable fue la actitud cómplice, cobarde, de apaga fuegos, que tuvieron algunos sectores de la izquierda mexicana, como Morena, con Andrés Manuel López Obrador y el PRD, que en lugar de sumarse plenamente, con la dinámica y estilo de la lucha de los jóvenes héroes del día de hoy, se fueron tibiamente a manifestarse al Ángel de la Independencia, al Monumento a la Revolución o a los puentes peatonales del Estado de México, a veinte metros de altura en relación al piso. Qué lamentables  -y cómplices- opiniones de algunos integrantes de Morena, quienes se atrevieron a decir que es tan condenable la imposición de Peña, como la “violencia” de las protestas del día de hoy. Esas opiniones pretenden descalificar la violencia revolucionara como motor de la transformación de la Humanidad.

     Pero no es de extrañarnos esta actitud de la izquierda. Marcelo Ebrard demostró su verdadero rostro al reprimir, encarcelar y condenar las acciones de protesta revolucionaria del día de hoy. Amenazando que a los jóvenes héroes del 1 de diciembre de 2012, se les esperan condenas hasta de 130 años de prisión, declaró que se trata de delitos considerados graves y que la ciudad vivió un complot nunca visto. ¡Vaya desconocimiento de la historia de Ebrard!, quien se va de la Jefatura de Gobierno, dejando una cauda de corrupción: la Súper Vía y el conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, entre muchos otras, en donde ha quedado evidenciada la putrefación y manipulación con recursos públicos que acostumbra hacer la izquierda perredista en los cargos de poder.

     No es de extrañarnos que la izquierda mexicana actúe en contra del pueblo, como es el caso del ex Presidente Municipal perredista de Ecatepec -que nunca aceptó un análisis autocrítico a su gestión de tres años- en la que se rodeó de delincuentes en su equipo de trabajo-  y que en un evento público en la Explanada Municipal de San Cristóbal, abarrotada por la ciudadanía, declaró que Enrique Peña Nieto era un buen hombre.

     Afortunadamente la esperanza renace y reivindicamos nuestra posición histórica de izquierda con las luchas valientes de jóvenes mexicanos conscientes que hoy demostraron al mundo que México, más temprano que tarde, se va a transformar.

     Reiteramos nuestra solidaridad con los héroes del 1 de diciembre del 2012 y con los luchadores sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, mismos que trabajan arduamente en la tarea de desterrar para siempre de su escuela la corrupción de Marcelo Ebrard y de Esther Orozco.


¡Fuera Peña! ¡La Lucha Sigue!